Seúl, la ciudad del ‘pali pali’
En la bulliciosa ciudad de Seúl, donde algunas tiendas, restaurantes, cafeterías e incluso karaokes permanecen abiertos las 24 horas, todo cambia rápidamente. Sus habitantes no solo deben seguir el apresurado ritmo de esta frenética capital, sino que deben esforzarse para no perderse ninguna de sus tendencias antes de que las nuevas aparezcan.
Lo interesante es que no solo los coreanos viven pendientes de estos cambios que suceden en cada ámbito de su cultura, sino que algunos de los grandes países de Asia ya han caído rendidos a las interesantes costumbres y nuevas tendencias de Corea del Sur, y las siguen atentamente.

El país y sobre todo su capital Seúl llevan atrayendo a turistas desde hace bastante tiempo gracias al Hallyu, fenómeno social surgido tras el interés que despertaron el K-Pop y los K-Dramas, es decir, la música y telenovelas de origen coreano. Según el último informe elaborado por la Organización de Turismo de Corea (KTO) más de 13 millones de extranjeros eligieron Corea del Sur como destino en 2015.
Aunque el número de europeos descendió ligeramente, comparado con las cifras del año anterior, más de 20.000 españoles decidieron descubrir, o volver a visitar, este sorprendente país. Pero, sin duda, los más interesados fueron los más de 10 millones de viajeros que vinieron desde todas partes de Asia, siendo la mitad de ellos procedentes del vecino país de China. Estos últimos, además de ser los principales visitantes, también son los consumidores más importantes. Sobre todo de productos cosméticos.
En una sociedad en la que los clientes son extremadamente exigentes y perfeccionistas con todo lo relacionado con su aspecto físico, era de esperar que la calidad de los cosméticos coreanos no haya dejado de mejorar y que por supuesto su consumo no haya parado de aumentar. Las empresas de esta industria llegan a generar ingresos que superan los 2,5 billones de euros, datos que recoge el último informe elaborado por el Instituto Coreano de Desarrollo de la Industria de la Salud (KHIDI). Ese es el caso del grupo Amore Pacific que ha conseguido mantenerse como el líder en venta de cosméticos gracias a esas cifras, gran parte originada por una de sus compañías más famosas internacionalmente: Etude House. En segunda posición, con varios millones de diferencia está la reconocida LG, que también tiene presencia en el mercado de la belleza. La siguiente empresa en la lista, según detalla el documento del KHIDI, es The Face Shop, aunque aparece con billones de diferencia en los beneficios respecto a las dos anteriores.

Si el Hallyu se inició con la música y las series, no hay duda de que la K-Beauty se ha subido ahora a esta ola coreana. No resulta sorprendente que la mayoría de las exportaciones sean a China, Hong Kong y Japón. En cambio, puede resultarlo el hecho de que Estados Unidos sea el siguiente país, y el único fuera de Asia, en la lista del KHIDI.
En cuanto a las últimas tendencias en este campo, hay que tener claro que difieren mucho de las internacionales. “Ya que la cultura y rasgos son diferentes, las modas también suelen serlo”, confirma Yu Mi Jin, maquilladora profesional que ha trabajado con diferentes revistas internacionales y marcas como Fila y la coreana Gentlemonster. Por ejemplo, explica que “en Corea las cejas rectas son más populares que las arqueadas, y en vez de seguir la moda del contouring, las coreanas prefieren un maquillaje transparente con el que aparentan no llevar nada”. Para los labios, la moda “no es muy atrevida, se busca la gradación de tal manera que el interior de los labios tenga más color que el contorno”, indica. Y aunque confiesa que es difícil escoger un producto entre tanta variedad de marcas y tipos, los más populares son “las bases de maquillaje sin aceite, junto a los pintalabios hidratantes y de larga duración”.
Como ocurre en otros países, las actrices y famosas son las creadoras de tendencias y sirven de inspiración para el resto de la población. Además, en esta generación tecnológica, las youtubers también juegan un papel importante. El caso más destacado es el de Hye Min Park, más conocida como Pony, “la youtuber más famosa de Korea”, según cuenta Yu Mi Jin. En menos de un año, y casi 1.5 millones de suscriptores después, su fama alcanzó tal punto que la empresa Memebox decidió realizar una colaboración con ella y poner en el mercado varios productos con su nombre. Después de varios meses, Pony ha conseguido sacar su propia línea de maquillaje llamada Pony Effect, que está también disponible en China y Estados Unidos, reafirmando el impacto de esta joven, su canal y los cosméticos coreanos en el extranjero.

La reciente relevancia internacional de Corea del Sur también se comienza a notar en el sector de la moda. Uno de los datos que ayuda a ver el crecimiento de su presencia en el extranjero es la cifra de visitantes que acuden a la Seoul Fashion Week (SFW). La semana de la moda coreana, que tuvo sus inicios en el año 2000 cuando se conocía como Seoul Collection, recibe cada año a más invitados de medios internacionales y compradores de todas partes del globo. Según la organización de este evento, más de 2.000 personas no se perdieron la pasada edición y estuvieron atentos a las tendencias que se vestirán por las calles de la ciudad en la próxima estación.
También se han realizado cambios en este evento: desde la elección de un nuevo espacio para su celebración, como es el Dongdaemun Design Plaza (DDP), diseñado por la fallecida arquitecta Zaha Hadid, hasta novedades en la organización interna que «han creado confusión en algunos diseñadores y marcas», según asegura el diseñador coreano Chung Chung Lee. El creador de la marca LIE y manager de la famosísima LIE SANGBONG acepta con positivismo la situación pues «es importante tener una visión general y a largo plazo, y trabajar en esa dirección». En su caso, confiesa que tiene en mente el mercado internacional a la hora de diseñar sus colecciones ya que el público está mostrando cada vez más interés.

Si ciertamente la moda coreana es «dinámica y variada, llena de energía y con potencial», como la define Lee, era simplemente cuestión de tiempo que llamase la atención fuera de las fronteras de Corea. Sin embargo, quizá sean necesarios algunos cambios para conseguir un mayor éxito internacionalmente, o eso lo que opina Sarah Kate Watson-Baik, Directora de Estilismo y presentadora de un programa sobre tendencias en Corea. Sarah especifica que a veces los diseñadores coreanos «parecen copiar o seguir demasiado las tendencias, careciendo de individualismo» y por eso solo «les va mejor en el mercado europeo a los que tienen una visión diferente». También asegura que «la mayoría de los diseñadores coreanos necesitan ir más allá de la ropa de diario y trabajar con diseños que puedan quedar bien en diferentes tipos de cuerpo».
La cultura coreana acepta los cambios fácilmente y pone en práctica los nuevos estilismos de inmediato. Para Sarah es algo incluso sociológico, ya que los ciudadanos «desean productos nuevos y aspiran a ser estilosos y exitosos», combinación que facilita su adaptación a las novedades. Yoon Mi Hye, docente en el Instituto de moda ESMOD de Seúl, también está de acuerdo con esa idea. “Los coreanos nos sentimos más interesados por las modas que en otros países, y las absorbemos más rápidamente”, explica la profesora. Además, relata que “en Corea existe el famoso concepto de ‘pali pali’ (rápido rápido), que aunque muchas veces se interpreta como algo negativo también tiene su lado positivo”. Asegura que ese aspecto cultural de su sociedad “es la razón por la que Corea está liderando industrias muy sensibles a los nuevos cambios”.

El ‘pali pali’ también se nota en las calles. La actualización no descansa y hay que admirar la labor de investigación de los encargados de las tiendas que siempre tienen las últimas prendas en sus escaparates que cambian diariamente. Sobre todo en el estiloso barrio de Sinsa-dong, en cuyas calles se encuentran la mayoría de las tiendas de moda que protagonizan la SFW: Beyond Closet, Low Classic, Heich es Heich, Steve J & Yoni P y Kim Seoryong, entre otras. En los alrededores también se ubican las compañías de modelos más famosas del país, como YG K-Plus, lo que convierte definitivamente a este barrio en el epicentro de la moda.
Si las prendas están en las tiendas, en un periodo de tiempo asombrosamente corto se encuentran en los armarios de la población más joven de la capital coreana. No se necesita recurrir a las revistas de moda del país para estar al tanto de las últimas tendencias en moda: un paseo por los barrios más modernos de la ciudad permite hacerse una idea más que clara de ellas. En estos momentos, ¿qué se puede ver por las calles y en la mayoría de la población femenina? Pues camisas con los hombros al descubierto y pantalones vaqueros por los tobillos y acampanados, además de zapatos de plataforma.

«Los famosos son una de las prioridades del mercado coreano», declara Sarah. Y es que la influencia de las celebridades a veces es abrumadora, sobre todo si se tiene en cuenta el gran número de ocasiones en las que han provocado la compra masiva de algunos productos. Los actores afectan al público adulto y los idols, a los jóvenes, así funciona en Corea. Un concepto único e interesante relacionado con este fenómeno es el de “Airport Fashion”: actrices como Gong Hyo Jin, Go Jun Hee, Kang Sora, y idols como Taeyeon o CL de los grupos Girls Generation o 2ne1, respectivamente, siempre son fotografiadas en el aeropuerto por los paparazzis. Los modelitos que llevan para montarse en el avión siempre se convierten en noticia y son muy comentados e imitados posteriormente.
G-Dragon, cantante y líder del grupo de música Big Bang, es el ejemplo perfecto. No solo tiene millones de fans por su música, el carismático cantante es sin duda un icono de la moda con su estilo único y atrevido. Así lo afirma la revista Forbes, tras incluirle en la lista de 30 under 30 en Asia, y así también lo deben de pensar en Europa porque no hay desfile de Chanel o Dior al que no esté invitado. En su caso atrae a todos los públicos y su participación en publicidad incluye el ser la imagen de una marca de cosméticos y la promoción de un pintalabios rojo que se agotó rápidamente tras su lanzamiento.
Los cambios de gustos también llegan en forma de novedades gastronómicas, y además lo hacen con tanta o más rapidez que las de moda y maquillaje. Una de las últimas tendencias que arrasan en los blogs coreanos es la de la cocina vegetariana, vegana o en general el consumo de ensaladas. En los últimos dos años el boom inesperado de este tipo de comida ha propiciado que restaurantes especializados broten por los barrios más populares de Seúl: desde Sinsa-dong, con Bad Farmers y Rabbit Hole, hasta Hongdae con Sukara, pasando por Plant y Huggers en Itaewon.

Enfrentándose completamente a esta corriente de comida saludable se encuentra la segunda moda: las tartas. Si el número de cafeterías en Seúl era apabullante, la variedad de pastelerías no se queda atrás en el último año. Entre la interminable lista de tiendas se encuentra WAKE AND BAKE y Jjang Dda es la propietaria y pastelera de este local situado entre las paradas de metro Hanganjin e Itaewon. Tradicionalmente, la gastronomía coreana no incluye platos dulces pero JJang Dda comenta que desde hace unos 4 años, tras la llegada a Corea de las pastas francesas llamadas macarons, nuevos postres siguen apareciendo. Para esta pastelera, el gusto de los coreanos no ha cambiado sino que se trata de “una simple moda» y asegura que «es algo temporal y solo durará hasta que algo nuevo aparezca». En su caso, es el trabajo de su vida y confía en que sus pasteles sobrevivirán a esta moda. Por ahora, compite contra los diseños coloridos y llamativos de otras pastelerías, y grandes franquicias, con sus postres de receta y sabor tradicionales, que contrastan con la modernidad que proyecta su local y sus 27 tatuajes.

El medio de difusión de estas tendencias es internet, sobretodo usan Instagram, y el portal de internet más utilizado en Corea, Naver, donde pueden compartir y encontrar cualquier tipo de información. Pero además existe otra manera de conocer nuevos lugares: el meok-bang. Se trata de un programa que se inició en internet y cuya finalidad es mostrar, en primer plano, cómo el protagonista del mismo saborea una variada y grandísima cantidad de comida. A raíz de la sorprendente fama de estos vídeos, las televisiones han producido programas gastronómicos en los que el principal interés es ver a los presentadores comer, a la vez que muestran nuevos restaurantes.
No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy es un consejo que ofrecerá cualquier persona que haya vivido un cierto tiempo en Corea. Esto es tristemente apropiado en el caso de los restaurantes: al día siguiente puede que no estén ahí. Los barrios se transforman ante los ojos de los transeúntes y de los aficionados a las redes sociales.
Uno de los distritos que se encuentran en medio de una gran reforma es Ikseon-dong. Este pequeño barrio, situado junto a uno de los mercados de comida más tradicional de la capital, es conocido por ser uno de los pocos en los que todavía se pueden encontrar hanoks, o casas tradicionales coreanas. Hace dos años, debido a la pésima situación de esas viviendas, se decidió llevar a cabo la demolición de las mismas para construir edificios nuevos. Por suerte, los locales de la zona se plantaron y movilizaron hasta que el plan fue cancelado. Después, fue cuestión de tiempo que los jóvenes se sintieran atraídos por el peculiar barrio e intentaran devolverle la vida a la zona. Varias medidas fueron tomadas entonces, como la de implantar condiciones para que el barrio mantuviese su aspecto tradicional, permitiendo a los dueños de estas casas realizar solo reformas en el interior.

Por otro lado, en la normativa se estableció que la adquisición o alquiler de estos espacios solo estaría permitida a empresas pequeñas. Como es el caso de Vintage Bonnie, una tienda llena de ropa y accesorios antiguos y de segunda mano, concepto que encaja perfectamente con estas casas antiguas. Según explica Eun Jun Nam, gerente de la tienda, hace un año que las callejuelas han vuelto a la vida y el principal motivo es que “las grandes franquicias permanecen fuera de esta zona”. Además, añade que “es una gran ventaja para los pequeños empresarios que no pueden competir con grandes compañías, como ocurre en zonas saturadas como Hongdae”. Al ofrecer esta facilidad, las antiguas casas están siendo reformadas y convertidas en interesantes tiendas vintage, galerías de arte, cafeterías tradicionales y restaurantes, manteniendo esa mezcla de antigüedad y modernidad tan típica de esta gran ciudad y que atrae a todo tipo de visitantes.
El famoso y saturado barrio universitario de Hongdae sigue manteniendo su hegemonía como zona de entretenimiento. No obstante, la búsqueda de un ambiente más tranquilo está consiguiendo que algunas zonas cercanas se estén reformando para escapar del ajetreo y del ruido. Yeonnam-dong es el ejemplo claro de una zona tranquila, pero que está situada a pocos pasos del bullicio.
En este caso, fue el Ayuntamiento de Seúl el que decidió que había que buscar una solución al evidente deterioro de la zona y lo incluyó en el plan que busca reavivar 13 distritos diferentes de la capital.
Ahora, en las estrechas y desalineadas calles de Yeonnam-dong se pueden descubrir cafeterías únicas, como Casa de Sparky, pequeños restaurantes con comida de todo el mundo, librerías llenas de libros autoeditados de fotografía o poesía y tiendas llamativas y sorprendentes, abarrotadas de productos indescriptibles, como es el caso de Neon Moon.

Sin duda, Corea del Sur es un país que ha vivido grandes avances económicos y tecnológicos en un breve periodo de tiempo, y en esta situación su rapidez de adaptación a los cambios casi ha alcanzado la velocidad de su internet. Debido a la enorme repercusión que tienen actualmente las redes sociales en el país, la transmisión nacional de todas las novedades, y en este caso tendencias, resulta muy sencilla y cómoda. Y esto, a su vez, ayuda a que la información resulte además completamente accesible internacionalmente. Por eso, la pregunta principal es: ¿eres capaz de seguirles el ritmo?
Hace unos meses escribí para la revista española S Moda. Se trataba de este reportaje sobre las tendencias que marcan los gustos de los coreanos en todos los ámbitos, desde la comida hasta el maquillaje. Ya se sabe que cuando la versión es impresa, siempre escasea el espacio, asi que decidí compartir el artículo original y completo aquí.
Este texto resume bastante bien todo lo que he aprendido sobre Corea, específicamente Seúl, y su manera de vivir las modas durante estos últimos años. El material fotográfico también es un compendio del contenido habitual de mis redes sociales y ejemplifica mis intereses: street style, cafeterías de moda, lugares famosos, tiendas, etc.
Creo que todo a todo el mundo le resultará interesante descubrir o comprobar la velocidad con la que se mueve esta sociedad en casi todos los aspectos.
Fotos y texto de Ana Fernández para S Moda.