Hay varias formas de viajar a un lugar desconocido: la primera es el paquete turístico que ofrece escasos segundos para las fotos de rigor, en el punto más turístico y concurrido de la ciudad, además de la amplia parada para comprar en las tiendas establecidas por el guía; otra manera es la de preparar hasta el más mínimo detalle del viaje, documentándose sobre el sitio y con el libro lleno de anotaciones siempre a mano, por si se olvida algún detalle histórico; y la última se trata de llegar y pisar ese lugar desconocido sin ninguna idea preconcebida, sin ningún conocimiento, e investigar sus calles desde la curiosidad.
Si bien suelo hacer mis deberes antes de viajar, en el caso de Taipéi llegué con mi mente en blanco, preparada para absorber lo que esta ciudad taiwanesa podía ofrecer. Quizá por eso hay varios aspectos que me sorprendieron y se grabaron fácilmente en mi cabeza:
Amabilidad. Me resultó llamativo como, a pesar de la clara barrera idiomática, los habitantes de Taipéi se esforzaron por ayudar al pobre turista. Es decir, a mí. La falta de predisposición para ayudar de algunos locales es algo que posiblemente todos, como viajeros, hemos sufrido. Aunque no se deba generalizar, ni para bien ni para mal, diré que los habitantes de la capital me dejaron con la grata impresión de que regalan amabilidad desinteresada al visitante. Algo de agradecer cuando no tienes ni idea de dónde estás y solo sabes decir “gracias” en chino.
Prepara tu nariz. Sí, eso que en ocasiones hueles por la calle es el stinky tofu. Su nombre no miente, es realmente apestoso, tanto que su fuerte aroma cruzará la calle y llegará brutalmente hasta tu nariz. Las ciudades asiáticas están inundadas de diferentes olores procedentes de todo tipo de comida callejera, pero si visitas Taipéi y un olor identificable ataca tu sentido del olfato ahora sabrás qué es exactamente.
Perros bebés. Ni uno, ni dos, ni tres, muchos más cochecitos de niño pero sin bebé, al menos humano, vislumbré mientras recorría las calles de la ciudad. Dentro del poco sentido que pueda encontrar a pasear a un animal así, debo admitir que los perros parecían estar muy cómodos y disfrutar del trayecto. Y también confesar que no es el único lugar donde he presenciado estos paseos.
El tiempo está loco. Posiblemente el único detalle que conocía de antemano, pero claro, una no sabe hasta qué punto llega la locura climática en Taipéi hasta que la vive. Y con una mañana es suficiente para descubrirlo. Con el paraguas en mano, lista para usarlo rápidamente en el momento oportuno, observé el cielo pasar por prácticamente todos los estados posibles: nublado, con lluvia, sol, nublado de nuevo y regalando un par de diluvios.
Comida inidentificable. Y que debe continuar así. Este detalle es común en muchos países asiáticos, pero aun así me sorprendió la variedad de productos irreconocibles que me encontré al contemplar los puestos de comida. Sinceramente, en estos casos lo mejor es que permanezcan en el anonimato.
Ciudad artística. Lo más atractivo de la ciudad, lo que me hizo volver a visitarla sin dudar, fue su creatividad. Museos de todo tipo, exposiciones, cafeterías llenas de obras de arte y barrios restaurados que resultan una galería en sí mismos. Taipéi es una ciudad artística gracias a sus creativos habitantes.
Mezcla de culturas. La capital, a veces, resulta un batiburrillo de culturas asiáticas. A lo largo de una gran calle puedes escuchar música en chino, japonés y coreano, además de ver tiendas procedentes de los diferentes países del continente asiático. ¡Hasta hubo un momento en el que parecía que había regresado a Seúl!
Mercados interminables. Esos mercados, que resultan difíciles de encontrar por Europa, llenan las calles asiáticas. Taipéi también tiene un buen número de ellos, y de un sorprendente gran tamaño. Toda esa gente, ruido, todos esos productos, el regateo, y sus puestos coloridos llenan los mercados de encanto. Si además se visitan durante el Año Nuevo Lunar, el ambiente es impresionante.
Templos incontables. Cuando pisas un país como Taiwán, los monumentos tradicionales son los que captan tu atención por lo diferentes que son respecto a la arquitectura tradicional occidental. En la capital no tendrás tiempo para descansar tus sentidos porque en cada barrio un pequeño, pero muy ornamentado templo, con sus monjes y religiosos rezando dentro, te maravillará.
El pato. Sin tradición alguna que lo sustente me topé con todo tipo de productos de un curioso pato de goma. La gigantesca obra amarilla del artista Florentijn Hofman pasó y se instaló un par de veces en Taiwán, creando tal sensación que la figurita de plástico siguió estando presente en muchas tiendas como souvenir. Curiosamente, cuando llegó el turno de Seúl también tuvo el mismo efecto, aunque cesó la locura tras abandonar el lago más grande de la ciudad coreana.
Estos son mis 10 puntos, esos que se anotaron en mi cabeza al recorrer las calles de Taipéi. Pero, ahora que lo pienso, quizás no deberías haber leído este artículo antes de visitar la ciudad. Tal vez deberías ser como el viajero número tres que llega al lugar por descubrir con la mochila cargada a la espalda y la mente vacía para llenarla de recuerdos. De recuerdos y de tus propios 10 puntos sorprendentes sobre la capital taiwanesa.
¿Qué cosas te sorprendieron la primera vez que visitaste Taipéi?
Arte, moda, ilustración, decoración, complementos, con hueco incluso para presentaciones de fanzines y música en directo. Este espacio transformable con nombre de fruta de la costa granadina tiene de todo. Bienvenidos a Espacio Aguacate.
En un punto estratégico entre las calles Tablas y Puentezuelas, se encuentra este local que abrió sus puertas hace apenas seis meses, con un nuevo nombre y una imagen diferente al famoso establecimiento que ya se encontraba allí.
La madrileña Luna Santiago fue la valiente empresaria que decidió aprovechar el traspaso de Lolita’s Closet y cambiar la seguridad de ese negocio por un nuevo proyecto “más especial”. Para ella, el lanzarse a esta aventura significó apostar por una moda “original, de alta calidad, práctica, versátil y que durara en el armario muchos años”.
Creatividad en Espacio Aguacate
Espacio Aguacate no solo tiene un nombre que homenajea a Granada con “un toque kitsch”, también reúne claramente las cualidades de un nuevo sistema de consumo donde lo fundamental es la sostenibilidad, además de un transfondo ético.
Para disfrutar de este consumo “romántico”, como la madrileña lo califica, ha contado con jóvenes diseñadores, marcas y artistas de toda España. En sus paredes hay colgadas obras de Bigotesucio; en sus estanterías, joyería de Pedrusco y piezas de Carmen Oliver, La tía púa, Miguel B y Paloma Almagro, quien además de crear preciosas ilustraciones trabaja en este espacio; y en sus percheros se pueden encontrar prendas versátiles de la marca Bite, Rita Row y del diseñador Mario Cruz, con sus colecciones confeccionadas por mujeres que forman parte de APRAM.
Colección de Mario Cruz y arte de Bigotesucio
Lo que más desea Luna es “que la gente no se corte” en su tienda. Que entren, que se lo prueben todo, que pregunten. Asegura que no se trata de un espacio elitista, al contrario, es un lugar abierto a todo tipo de cliente al igual que lo está a todo tipo de arte. Por eso se alegra cuando los visitantes son tanto señoras del barrio, gente joven a la que empieza a interesarle el arte o turistas japoneses.
A pesar de las ventajas de este local tan creativo, que ofrece de forma accesible una estudiada selección del trabajo de jóvenes artistas, admite que continuamente tiene que “justificar el precio” de sus productos. Explica que los precios son más altos debido a la producción, no al nombre de la marca, ya que todo se realiza en pequeños talleres de España, y eso obviamente tiene un coste. A este gasto le sumamos la calidad de las prendas, aunque sea un aspecto sobre el que “es un poquito difícil concienciar a la gente”, confiesa. En ese número de la etiqueta está la suma del necesario apoyo al talento, a la producción e industria del país, junto a la originalidad y exclusividad.
No obstante, las dudas de los posibles compradores ante nuevas formas de consumo no son un problema específico de la capital granadina, Luna no considera que “sea más difícil que en otro sitio”.
Accesorios únicos
Otro obstáculo al que se enfrenta es al masivo abandono del centro por parte de los consumidores que prefieren un centro comercial. Si bien cree que hay negocio para todos, el golpe se lo está llevando el barrio.
Como respuesta a esta situación, los jóvenes emprendedores al mando de los modernos locales de la zona se han puesto manos a la obra para hacer algo que “el Ayuntamiento debería haber hecho”. Se trata de un práctico mapa turístico del centro, iniciado por la interesante no-librería no-galería Ovni, que reúne a los comercios en un solo sitio. Una manera de pelear contra la cruda realidad en la que “cada día cierra una tienda”. Tras un mal año, el ingenio se agudiza y, por suerte para los consumidores, las ganas no disminuyen.
Decoración original
Siguiendo esa línea de apoyo entre los comercios del barrio, Espacio Aguacate ha llevado a cabo su promoción de otoño uniendo sus prendas a personas importantes y queridas de la cultura granadina, con el fondo de lugares y locales vecinos. Con esta idea han conseguido relacionar la moda con la tienda Discos Bora-Bora, y usar El Botánico como estudio fotográfico. Esta campaña acaba esta noche con la proyección del videoclip promocional de la nueva colección a las 20.30, en la tienda. Un evento que mostrará ese claro apoyo «a los artistas tanto en moda, arte y música” del que presume este espacio.
Luna, dueña de este espacio
Solo queda advertir de forma clara y precisa sobre un importante asunto relacionado con este establecimiento: no sirven tostadas de aguacate.
En la bulliciosa ciudad de Seúl, donde algunas tiendas, restaurantes, cafeterías e incluso karaokes permanecen abiertos las 24 horas, todo cambia rápidamente. Sus habitantes no solo deben seguir el apresurado ritmo de esta frenética capital, sino que deben esforzarse para no perderse ninguna de sus tendencias antes de que las nuevas aparezcan.
Lo interesante es que no solo los coreanos viven pendientes de estos cambios que suceden en cada ámbito de su cultura, sino que algunos de los grandes países de Asia ya han caído rendidos a las interesantes costumbres y nuevas tendencias de Corea del Sur, y las siguen atentamente.
Cruce en la moderna zona de Gangnam
El país y sobre todo su capital Seúl llevan atrayendo a turistas desde hace bastante tiempo gracias al Hallyu, fenómeno social surgido tras el interés que despertaron el K-Pop y los K-Dramas, es decir, la música y telenovelas de origen coreano. Según el último informe elaborado por la Organización de Turismo de Corea (KTO) más de 13 millones de extranjeros eligieron Corea del Sur como destino en 2015.
Aunque el número de europeos descendió ligeramente, comparado con las cifras del año anterior, más de 20.000 españoles decidieron descubrir, o volver a visitar, este sorprendente país. Pero, sin duda, los más interesados fueron los más de 10 millones de viajeros que vinieron desde todas partes de Asia, siendo la mitad de ellos procedentes del vecino país de China. Estos últimos, además de ser los principales visitantes, también son los consumidores más importantes. Sobre todo de productos cosméticos.
En una sociedad en la que los clientes son extremadamente exigentes y perfeccionistas con todo lo relacionado con su aspecto físico, era de esperar que la calidad de los cosméticos coreanos no haya dejado de mejorar y que por supuesto su consumo no haya parado de aumentar. Las empresas de esta industria llegan a generar ingresos que superan los 2,5 billones de euros, datos que recoge el último informe elaborado por el Instituto Coreano de Desarrollo de la Industria de la Salud (KHIDI). Ese es el caso del grupo Amore Pacific que ha conseguido mantenerse como el líder en venta de cosméticos gracias a esas cifras, gran parte originada por una de sus compañías más famosas internacionalmente: Etude House. En segunda posición, con varios millones de diferencia está la reconocida LG, que también tiene presencia en el mercado de la belleza. La siguiente empresa en la lista, según detalla el documento del KHIDI, es The Face Shop, aunque aparece con billones de diferencia en los beneficios respecto a las dos anteriores.
Interior de la tienda de maquillaje 3CE
Si el Hallyu se inició con la música y las series, no hay duda de que la K-Beauty se ha subido ahora a esta ola coreana. No resulta sorprendente que la mayoría de las exportaciones sean a China, Hong Kong y Japón. En cambio, puede resultarlo el hecho de que Estados Unidos sea el siguiente país, y el único fuera de Asia, en la lista del KHIDI.
En cuanto a las últimas tendencias en este campo, hay que tener claro que difieren mucho de las internacionales. “Ya que la cultura y rasgos son diferentes, las modas también suelen serlo”, confirma Yu Mi Jin, maquilladora profesional que ha trabajado con diferentes revistas internacionales y marcas como Fila y la coreana Gentlemonster. Por ejemplo, explica que “en Corea las cejas rectas son más populares que las arqueadas, y en vez de seguir la moda del contouring, las coreanas prefieren un maquillaje transparente con el que aparentan no llevar nada”. Para los labios, la moda “no es muy atrevida, se busca la gradación de tal manera que el interior de los labios tenga más color que el contorno”, indica. Y aunque confiesa que es difícil escoger un producto entre tanta variedad de marcas y tipos, los más populares son “las bases de maquillaje sin aceite, junto a los pintalabios hidratantes y de larga duración”.
Como ocurre en otros países, las actrices y famosas son las creadoras de tendencias y sirven de inspiración para el resto de la población. Además, en esta generación tecnológica, las youtubers también juegan un papel importante. El caso más destacado es el de Hye Min Park, más conocida como Pony, “la youtuber más famosa de Korea”, según cuenta Yu Mi Jin. En menos de un año, y casi 1.5 millones de suscriptores después, su fama alcanzó tal punto que la empresa Memebox decidió realizar una colaboración con ella y poner en el mercado varios productos con su nombre. Después de varios meses, Pony ha conseguido sacar su propia línea de maquillaje llamada Pony Effect, que está también disponible en China y Estados Unidos, reafirmando el impacto de esta joven, su canal y los cosméticos coreanos en el extranjero.
Tienda de MEMEBOX en Hongdae, a punto de abrir
La reciente relevancia internacional de Corea del Sur también se comienza a notar en el sector de la moda. Uno de los datos que ayuda a ver el crecimiento de su presencia en el extranjero es la cifra de visitantes que acuden a la Seoul Fashion Week (SFW). La semana de la moda coreana, que tuvo sus inicios en el año 2000 cuando se conocía como Seoul Collection, recibe cada año a más invitados de medios internacionales y compradores de todas partes del globo. Según la organización de este evento, más de 2.000 personas no se perdieron la pasada edición y estuvieron atentos a las tendencias que se vestirán por las calles de la ciudad en la próxima estación.
También se han realizado cambios en este evento: desde la elección de un nuevo espacio para su celebración, como es el Dongdaemun Design Plaza (DDP), diseñado por la fallecida arquitecta Zaha Hadid, hasta novedades en la organización interna que «han creado confusión en algunos diseñadores y marcas», según asegura el diseñador coreano Chung Chung Lee. El creador de la marca LIE y manager de la famosísima LIE SANGBONG acepta con positivismo la situación pues «es importante tener una visión general y a largo plazo, y trabajar en esa dirección». En su caso, confiesa que tiene en mente el mercado internacional a la hora de diseñar sus colecciones ya que el público está mostrando cada vez más interés.
Modelos durante la Seoul Fashion Week
Si ciertamente la moda coreana es «dinámica y variada, llena de energía y con potencial», como la define Lee, era simplemente cuestión de tiempo que llamase la atención fuera de las fronteras de Corea. Sin embargo, quizá sean necesarios algunos cambios para conseguir un mayor éxito internacionalmente, o eso lo que opina Sarah Kate Watson-Baik, Directora de Estilismo y presentadora de un programa sobre tendencias en Corea. Sarah especifica que a veces los diseñadores coreanos «parecen copiar o seguir demasiado las tendencias, careciendo de individualismo» y por eso solo «les va mejor en el mercado europeo a los que tienen una visión diferente». También asegura que «la mayoría de los diseñadores coreanos necesitan ir más allá de la ropa de diario y trabajar con diseños que puedan quedar bien en diferentes tipos de cuerpo».
La cultura coreana acepta los cambios fácilmente y pone en práctica los nuevos estilismos de inmediato. Para Sarah es algo incluso sociológico, ya que los ciudadanos «desean productos nuevos y aspiran a ser estilosos y exitosos», combinación que facilita su adaptación a las novedades. Yoon Mi Hye, docente en el Instituto de moda ESMOD de Seúl, también está de acuerdo con esa idea. “Los coreanos nos sentimos más interesados por las modas que en otros países, y las absorbemos más rápidamente”, explica la profesora. Además, relata que “en Corea existe el famoso concepto de ‘pali pali’ (rápido rápido), que aunque muchas veces se interpreta como algo negativo también tiene su lado positivo”. Asegura que ese aspecto cultural de su sociedad “es la razón por la que Corea está liderando industrias muy sensibles a los nuevos cambios”.
Street style en Itaewon
El ‘pali pali’ también se nota en las calles. La actualización no descansa y hay que admirar la labor de investigación de los encargados de las tiendas que siempre tienen las últimas prendas en sus escaparates que cambian diariamente. Sobre todo en el estiloso barrio de Sinsa-dong, en cuyas calles se encuentran la mayoría de las tiendas de moda que protagonizan la SFW: Beyond Closet, Low Classic, Heich es Heich, Steve J & Yoni P y Kim Seoryong, entre otras. En los alrededores también se ubican las compañías de modelos más famosas del país, como YG K-Plus, lo que convierte definitivamente a este barrio en el epicentro de la moda.
Si las prendas están en las tiendas, en un periodo de tiempo asombrosamente corto se encuentran en los armarios de la población más joven de la capital coreana. No se necesita recurrir a las revistas de moda del país para estar al tanto de las últimas tendencias en moda: un paseo por los barrios más modernos de la ciudad permite hacerse una idea más que clara de ellas. En estos momentos, ¿qué se puede ver por las calles y en la mayoría de la población femenina? Pues camisas con los hombros al descubierto y pantalones vaqueros por los tobillos y acampanados, además de zapatos de plataforma.
Beaker, una de las tiendas de moda más famosas en Seúl
«Los famosos son una de las prioridades del mercado coreano», declara Sarah. Y es que la influencia de las celebridades a veces es abrumadora, sobre todo si se tiene en cuenta el gran número de ocasiones en las que han provocado la compra masiva de algunos productos. Los actores afectan al público adulto y los idols, a los jóvenes, así funciona en Corea. Un concepto único e interesante relacionado con este fenómeno es el de “Airport Fashion”: actrices como Gong Hyo Jin, Go Jun Hee, Kang Sora, y idols como Taeyeon o CL de los grupos Girls Generation o 2ne1, respectivamente, siempre son fotografiadas en el aeropuerto por los paparazzis. Los modelitos que llevan para montarse en el avión siempre se convierten en noticia y son muy comentados e imitados posteriormente.
G-Dragon, cantante y líder del grupo de música Big Bang, es el ejemplo perfecto. No solo tiene millones de fans por su música, el carismático cantante es sin duda un icono de la moda con su estilo único y atrevido. Así lo afirma la revista Forbes, tras incluirle en la lista de 30 under 30 en Asia, y así también lo deben de pensar en Europa porque no hay desfile de Chanel o Dior al que no esté invitado. En su caso atrae a todos los públicos y su participación en publicidad incluye el ser la imagen de una marca de cosméticos y la promoción de un pintalabios rojo que se agotó rápidamente tras su lanzamiento.
Los cambios de gustos también llegan en forma de novedades gastronómicas, y además lo hacen con tanta o más rapidez que las de moda y maquillaje. Una de las últimas tendencias que arrasan en los blogs coreanos es la de la cocina vegetariana, vegana o en general el consumo de ensaladas. En los últimos dos años el boom inesperado de este tipo de comida ha propiciado que restaurantes especializados broten por los barrios más populares de Seúl: desde Sinsa-dong, con Bad Farmers y Rabbit Hole, hasta Hongdae con Sukara, pasando por Plant y Huggers en Itaewon.
Interior de la pastelería WAKE AND BAKE
Enfrentándose completamente a esta corriente de comida saludable se encuentra la segunda moda: las tartas. Si el número de cafeterías en Seúl era apabullante, la variedad de pastelerías no se queda atrás en el último año. Entre la interminable lista de tiendas se encuentra WAKE AND BAKE y Jjang Dda es la propietaria y pastelera de este local situado entre las paradas de metro Hanganjin e Itaewon. Tradicionalmente, la gastronomía coreana no incluye platos dulces pero JJang Dda comenta que desde hace unos 4 años, tras la llegada a Corea de las pastas francesas llamadas macarons, nuevos postres siguen apareciendo. Para esta pastelera, el gusto de los coreanos no ha cambiado sino que se trata de “una simple moda» y asegura que «es algo temporal y solo durará hasta que algo nuevo aparezca». En su caso, es el trabajo de su vida y confía en que sus pasteles sobrevivirán a esta moda. Por ahora, compite contra los diseños coloridos y llamativos de otras pastelerías, y grandes franquicias, con sus postres de receta y sabor tradicionales, que contrastan con la modernidad que proyecta su local y sus 27 tatuajes.
Jjand Dda, pastelera y dueña de WAKE AND BAKE
El medio de difusión de estas tendencias es internet, sobretodo usan Instagram, y el portal de internet más utilizado en Corea, Naver, donde pueden compartir y encontrar cualquier tipo de información. Pero además existe otra manera de conocer nuevos lugares: el meok-bang. Se trata de un programa que se inició en internet y cuya finalidad es mostrar, en primer plano, cómo el protagonista del mismo saborea una variada y grandísima cantidad de comida. A raíz de la sorprendente fama de estos vídeos, las televisiones han producido programas gastronómicos en los que el principal interés es ver a los presentadores comer, a la vez que muestran nuevos restaurantes.
No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy es un consejo que ofrecerá cualquier persona que haya vivido un cierto tiempo en Corea. Esto es tristemente apropiado en el caso de los restaurantes: al día siguiente puede que no estén ahí. Los barrios se transforman ante los ojos de los transeúntes y de los aficionados a las redes sociales.
Uno de los distritos que se encuentran en medio de una gran reforma es Ikseon-dong. Este pequeño barrio, situado junto a uno de los mercados de comida más tradicional de la capital, es conocido por ser uno de los pocos en los que todavía se pueden encontrar hanoks, o casas tradicionales coreanas. Hace dos años, debido a la pésima situación de esas viviendas, se decidió llevar a cabo la demolición de las mismas para construir edificios nuevos. Por suerte, los locales de la zona se plantaron y movilizaron hasta que el plan fue cancelado. Después, fue cuestión de tiempo que los jóvenes se sintieran atraídos por el peculiar barrio e intentaran devolverle la vida a la zona. Varias medidas fueron tomadas entonces, como la de implantar condiciones para que el barrio mantuviese su aspecto tradicional, permitiendo a los dueños de estas casas realizar solo reformas en el interior.
Jóvenes coreanas vestidas con el traje tradicional
Por otro lado, en la normativa se estableció que la adquisición o alquiler de estos espacios solo estaría permitida a empresas pequeñas. Como es el caso de Vintage Bonnie, una tienda llena de ropa y accesorios antiguos y de segunda mano, concepto que encaja perfectamente con estas casas antiguas. Según explica Eun Jun Nam, gerente de la tienda, hace un año que las callejuelas han vuelto a la vida y el principal motivo es que “las grandes franquicias permanecen fuera de esta zona”. Además, añade que “es una gran ventaja para los pequeños empresarios que no pueden competir con grandes compañías, como ocurre en zonas saturadas como Hongdae”. Al ofrecer esta facilidad, las antiguas casas están siendo reformadas y convertidas en interesantes tiendas vintage, galerías de arte, cafeterías tradicionales y restaurantes, manteniendo esa mezcla de antigüedad y modernidad tan típica de esta gran ciudad y que atrae a todo tipo de visitantes.
El famoso y saturado barrio universitario de Hongdae sigue manteniendo su hegemonía como zona de entretenimiento. No obstante, la búsqueda de un ambiente más tranquilo está consiguiendo que algunas zonas cercanas se estén reformando para escapar del ajetreo y del ruido. Yeonnam-dong es el ejemplo claro de una zona tranquila, pero que está situada a pocos pasos del bullicio.
En este caso, fue el Ayuntamiento de Seúl el que decidió que había que buscar una solución al evidente deterioro de la zona y lo incluyó en el plan que busca reavivar 13 distritos diferentes de la capital.
Ahora, en las estrechas y desalineadas calles de Yeonnam-dong se pueden descubrir cafeterías únicas, como Casa de Sparky, pequeños restaurantes con comida de todo el mundo, librerías llenas de libros autoeditados de fotografía o poesía y tiendas llamativas y sorprendentes, abarrotadas de productos indescriptibles, como es el caso de Neon Moon.
Jongno, centro de la capital coreana
Sin duda, Corea del Sur es un país que ha vivido grandes avances económicos y tecnológicos en un breve periodo de tiempo, y en esta situación su rapidez de adaptación a los cambios casi ha alcanzado la velocidad de su internet. Debido a la enorme repercusión que tienen actualmente las redes sociales en el país, la transmisión nacional de todas las novedades, y en este caso tendencias, resulta muy sencilla y cómoda. Y esto, a su vez, ayuda a que la información resulte además completamente accesible internacionalmente. Por eso, la pregunta principal es: ¿eres capaz de seguirles el ritmo?
Hace unos meses escribí para la revista española S Moda. Se trataba de este reportaje sobre las tendencias que marcan los gustos de los coreanos en todos los ámbitos, desde la comida hasta el maquillaje. Ya se sabe que cuando la versión es impresa, siempre escasea el espacio, asi que decidí compartir el artículo original y completo aquí.
Este texto resume bastante bien todo lo que he aprendido sobre Corea, específicamente Seúl, y su manera de vivir las modas durante estos últimos años. El material fotográfico también es un compendio del contenido habitual de mis redes sociales y ejemplifica mis intereses: street style, cafeterías de moda, lugares famosos, tiendas, etc.
Creo que todo a todo el mundo le resultará interesante descubrir o comprobar la velocidad con la que se mueve esta sociedad en casi todos los aspectos.
El primer centro comercial construido con contenedores industriales azules en Corea, eso es Common Ground.
Desde abril, cerca de la universidad Konkuk en Seúl, 200 contenedores apilados albergan en su interior más de 70 tiendas de moda y complementos. La mayoría son de marcas pequeñas o de diseñadores coreanos que están comenzando su carrera y aprovechan el espacio designado para dar a conocer sus productos.
Además de la zona de compras, en las plantas superiores se encuentran diferentes cafeterías y restaurantes para todos los gustos y con sabor internacional con comida china, japonesa, mexicana, coreana e italiana. También hay sitio para una pequeña galería de arte que muestra el trabajo de nuevos artistas constantemente.
La plaza central está reservada para organizar mercadillos y eventos varios cada semana. Rodeando esta zona hay camiones de comida rápida, al más puro estilo americano, de tacos, hamburguesas y churros, la última tendencia dulce en Corea.
Aún disponiendo de todos estos servicios, por ahora los visitantes llegan a Common Ground sobre todo para admirar la interesante y original construcción y tomarse fotos con el limpio fondo metálico y azul.
Tras realizar una dura y exhaustiva investigación… ¡he encontrado 5 lugares perfectos para disfrutar del helado coreano patbingsu!
Una de las formas de sobrevivir al caluroso y húmedo verano de Seúl es disfrutar del famoso helado coreano llamado patbingsu. Este postre, preparado tradicionalmente con hielo picado, leche, trocitos de teok (pastel de arroz) y habichuelas rojas, es el más deseado en las ciudades coreanas. ¡Tras probarlo es fácil entender el porqué!
Con el tiempo, la receta tradicional ha evolucionado y se le han añadido deliciosos ingredientes como bolas de helado, fruta o incluso trozos de tarta. Es muy fácil encontrar por toda la capital de Corea un local donde lo sirvan, pues incluso las cadenas de cafeterías o pastelerías como Angel-in-us o Paris Baguette lo tienen, pero es en el barrio universitario de Hongdae, y en las áreas cercanas de Sangsu y Hapjeong, donde siempre comienzan las últimas tendencias, incluidas las gastronómicas, y se encuentran estos 5 lugares perfectos para probar todas las variedades del patbingsu:
Mamang Gateau: su especialidad es el té verde, por lo que además del bingsu de dicho sabor también sirven pasteles con el mismo ingrediente. Otro postre famoso es el bingsu de caramelo que presentan con una gran bola de helado y un trozo de frutos secos caramelizados sobre una gigante montaña de helado. Mapo-gu, Seogyo Dong, 395-113.
Sulbing: esta cadena especializada en bingsu es siempre una opción segura. Es fácil de encontrar en cualquier parte de la ciudad, incluida el área de Hongdae donde hay cuatro. Su menú se amplía cada verano y, actualmente, ofrecen sabores tan variados como el de tarta de queso, frutos secos o chocolate. Además del helado, las tostadas injeolmi son un pedido habitual entre los clientes. Mapo-gu, Seogyo-dong, 394-44.
Thé bing sin: este pequeño lugar ha abierto recientemente en la zona, y aunque no le falta clientela, seguro que pronto va a incrementar su fama. El motivo es su interesante menú que ahora incluye el que será su producto estrella: el bingsu de Mojito. Mapo-gu, Seogyo-dong, 395-199.
Dalsuda: al estar situado en mitad de una de las calles más famosas y concurridas de Hongdae, siempre hay clientes esperando a las puertas de este local de estilo tradicional. Su menú abarca cualquier tipo de bingsu posible, incluyendo el de galletas oreo y los de mango, sandía o incluso macedonia de frutas. Mapo-gu, Eoulmadang-ro, 79.
Okrumong: se encuentra también en una de las principales calles del famoso barrio y es conocido por sus productos orgánicos. En este sitio no encontrarás frutas de temporada ni sabores innovadores, pero sí uno de los mejores patbingsu tradicionales de toda la ciudad. Mapo-gu, Seogyo-dong, 402-18.