Moda sostenible y ética: guía para principiantes


Seguro que últimamente has escuchado de forma reiterada los términos “moda sostenible” y “moda ética”; es probable que te hagas una idea de lo que abarca y también es posible que te resulte un sistema de consumo demasiado complicado como para participar. Es cierto que supone un gran cambio de hábitos a la hora de comprar ropa, pero son cambios fáciles y necesarios que te encaminaran al único futuro posible en la industria textil: las sostenibilidad. Que no te abrume toda la información disponible, que por suerte es mucha y de calidad, y empieza a dar pasos en la dirección correcta. Leer este artículo puede ser el primero.

¿Qué es la moda sostenible y ética?

Como las propias organizaciones ecologistas afirman es difícil aportar una definición exacta, pero lo que sí tienen claro es que hay ciertos requisitos que se deben dar durante la producción de la prenda para ser ética y ecológica, como un sueldo y condiciones de trabajo dignos para todos los trabajadores de la cadena de producción o el uso de materiales ecológicos. La diseñadora de moda Andrea Jara afirmaba, en la página de la Asociación de Moda Sostenible de Madrid, que “la primera regla de la sostenibilidad es cambiar el consumo masivo por un consumo responsable y mesurado. Esto es aplicable tanto al consumidor final, como a las empresas productoras”. Además, mencionaba los tres ejes sobre los que esta sostenibilidad tiene que tener presencia: “el ecológico, el social y el económico”.

Aunque hasta hace relativamente poco la sociedad occidental no había notado las consecuencias de la producción textil, el daño y la influencia negativa de la misma ha ido creciendo hasta convertirse en la segunda industria más contaminante, después de la petrolera. Un dato importante que se dejó claro el año pasado durante el evento Madrid es Moda Sostenible, el primero en España dedicado a esta alternativa a la industria actual, es que la industria de la moda abarca muchas otras (producción, transporte, venta, etc.) y que por eso tiene tanto impacto. Si bien nuestro poder como consumidor llega al final, a la hora de comprar y de actuar ante el ciclo de vida de las prendas que poseemos, tenemos también la capacidad de exigir a las empresas productoras que durante ese largo proceso mantengan una serie de compromisos sociales y medioambientales y que lo hagan con transparencia, como reclama la asociación internacional Fashion Revolution.

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Fuente: Fashion Revolution

¿Cómo empiezo el cambio?

Primero tienes que querer dar el paso y si estás leyendo este artículo, posiblemente quieres intentarlo al menos. Hay muchísimo contenido en libros y en internet, además de lo más importante: mucha gente que está en el mismo camino que tú. Te resultará muy fácil encontrar grupos en Facebook donde poder preguntar y leer las dudas y consejos de otros consumidores de moda sostenible. Un buen primer paso puede ser también echarle un vistazo a este par de documentales, ambos en Netflix: The true cost te ayudará a hacerte una idea del coste humano de la ropa y sabrás más sobre el terrible accidente del Rana Plaza y las verdaderas víctimas de la moda (1138 muertos), y Minimalism, un documental sobre el estilo de vida minimalista, ya que en muchos casos el consumo de “fast fashion” (término que se refiere a la moda de consumo rápido y fácil) viene dado por un afán de poseer más objetos y no por el hecho de necesidad. En definitiva, el primer paso es el conocimiento.

¿Dónde compro?

Es cierto que no te vas a encontrar este tipo de tiendas en el centro comercial más cercano, ni pasarás por cinco locales en tu ruta de paseo habitual, pero no es tan complicado como parece. Con una rápida búsqueda en internet te darás cuenta de que hay más tiendas físicas en tu ciudad de las que pensabas. Si estás en Madrid, por ejemplo puedes encontrar el espacio The Circular Project, con una amplia selección de marcas y cuya fundadora Paloma García es un referente en el impulso del movimiento de la Economía del Bien Común en España desde hace años. Además, tienes las tiendas y mercados online, como Fair Changes. Los grandes medios también se están haciendo eco de este proceso de cambio en la industria y rápidamente han creado contenido y han recopilado tiendas y marcas en sus artículos. Por otro lado, Instagram se ha convertido en el escaparate de un gran número de marcas que abogan por la sostenibilidad, facilitando la compra de sus productos a través de internet. Próximamente habrá una nueva opción: Ethical Time, la primera app de moda sostenible creada en Barcelona cuyo equipo ha conseguido la financiación necesaria para el proyecto.

Buy less, buy better – Vivienne Westwood

Sin embargo, la reducción del consumo en su totalidad por una temporada sería lo más aconsejable. La famosa pirámide de Sarah Lazarovic podría marcar tus pautas de consumo al principio: primero, comienza utilizando tus prendas todo lo posible, ya que se tiran 8 millones de toneladas de ropa al año en Europa. Después puedes intercambiar prendas (clothes swap) con tus amigos, recurrir a las tiendas de segunda mano o al llamado upcycling, que consiste en mejorar o arreglar una prenda ya existente con trozos de prendas usadas para así alargar su ciclo de vida. Desde luego, entender que consumo no es consumismo y que “no hay ropa más sostenible que la que ya existe” es un aspecto muy importante para avanzar en la dirección de la sostenibilidad.

Una vez inmerso en el proceso del cambio de consumo de moda la cosa se complica, y lo que creías correcto resulta ser simplemente menos malo: la procedencia del material no es 100% ecológica o ética, hay una parte del proceso que no es transparente, aparece el término greenwashing (o técnica de marketing que consiste en hacer un lavado de imagen a una marca creando un par de proyectos éticos mientras el resto de su inmensa producción sigue contaminando y explotando) y empiezas a dudar de los pasos que has dado y quieres dar. Es normal, y debes tener claro que esto no quita valor a tus acciones previas. La moda sostenible es definitivamente la única manera de consumo posible para un futuro a largo plazo y cada pequeño cambio en nuestros hábitos tienen un gran impacto. Y si a esto le sumamos la crítica a las grandes compañías por su forma de producción y el reclamo, o mejor dicho, la exigencia de una nueva industria, la revolución de la moda será inevitable. ¿Vas a formar parte de ella?

1 comentario

  1. Hola Laura. Gracias por tu comentario, voy a echarle un vistazo a tu propuesta :)

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